En 2004 salió al mercado la primera grabación de Hexacorde, un disco titulado Perpetuum Mobile, en el que presentaron sus propuestas musicales, totalmente instrumentales, basadas en ritmos y estructuras tradicionales de la música de Castilla y León, fundamentalmente, con incursiones en algunas otras regiones españolas y un tema tradicional escandinavo. Las composiciones propias también tuvieron su espacio, con la característica especial de estar ajustadas a las estructuras tradicionales.
El cuidado de las mismas y de los ritmos, la forma de interpretación… se sumaban al uso de dos de los instrumentos tradicionales más representativos de la música castellano-leonesa: la dulzaina y la gaita charra. Con todos estos elementos, Hexacorde elaboró una nueva propuesta con la que ampliar las posibilidades tímbricas de los repertorios tradicionales, introducir nuevas melodías a los ritmos históricos y buscar con ello una nueva dimensión, a la vez que dotar de una función social actual a las músicas de siempre.